Existen pruebas claras y contundentes que demuestran cómo el estrés puede afectar, de forma negativa, nuestra microbiota intestinal.
Lo peor es que todos estamos expuestos al estrés a lo largo de nuestras vidas, por lo tanto, es necesario que aprendamos a controlarlo.
Si en el intestino no tenemos las bacterias beneficiosas adecuadas, nuestras defensas están bajas, y el resultado suelen ser infecciones gastrointestinales crónicas y el deterioro y desregulación del sistema inmunitario.
Aumentar la cantidad de bacterias beneficiosas en el intestino, es una buena manera de protegernos del estrés. Estos son algunos de los beneficios que obtendremos a cambio:
- Eliminación saludable de los estrógenos
- Reducción de la inflamación intestinal
- Mejora la digestión
- Fortalece el sistema inmunitario
- Favorece la desintoxicación
- Brinda protección contra las infecciones intestinales
Lograr un sano control de las bacterias intestinales por medio de la alimentación, es un proceso que consta de 3 pasos:
- Equilibrar las bacterias intestinales y abordar el potencial desarrollo excesivo de las bacterias en el intestino delgado. Alimentos ricos en vitaminas K y B, ej. berros, quelites, acelgas, huevo, almendras, trucha, frijoles, nueces.
- Tomar determinados alimentos, como yogurt o leche de búlgaros, alimentos fermentados, son ricos en probióticos, col fermentada, vinagre de manzana para fomentar la multiplicación de las bacterias beneficiosas de una manera lenta y progresiva con el fin de asegurar la tolerancia alimentaria y la mitigación continua de los síntomas.
- Añadir mayores cantidades de alimentos prebióticos, como espárragos, ajo, cebolla, plátano, avena, algas marinas, alcachofa, cereales integrales, manzana, jícama,linaza molida para estimular aún más la proliferación y el fortalecimiento del ejército de bacterias beneficiosas.
Alimentación consciente. (mindful eating), comer con conciencia es fundamental para el proceso digestivo.
Lista de cosas por hacer y cómo comer con conciencia:
- Asegúrate de estar relajado antes de empezar a comer. Si comes estresado, tu digestión se verá perjudicada.
- La respiración profunda, abdominal, es una excelente manera de relajarse, también activa al nervio vago, el cual coordina el sistema nervioso con el proceso digestivo.
- Mastica muy bien la comida. Este es un primer paso importante para obtener una digestión saludable. Recomendamos masticar cada bocado entre 30 y 60 veces, o hasta que se haya convertido en líquido. Esto facilita que las enzimas digestivas interactúen con los alimentos y descompongan los grandes complejos (ej. proteínas) en moléculas fácilmente absorbibles.
- El hecho de masticar bien permite, en ocasiones, aliviar las molestias digestivas. Una de las mayores causas de acidez estomacal es no masticar lo suficiente los alimentos.
- Come con conciencia: Abstente de comer mientras trabajas, respondes correos electrónicos, miras la t.v. o conduces.
- Sé aventurero: prueba nuevos sabores por medio del uso de hierbas y especias.
- ¡Deja de comer tan pronto como te sientas satisfecho! No hay necesidad de que dejes el plato limpio, comer en exceso puede ocasionar molestias digestivas y abrumar el cuerpo.
- Lleva una alimentación variada. Recomendamos alternar las fuentes de proteínas cada 4 o 5 días y comer distintos tipos de hortalizas.
Bibliografía:Gersh, F., Perella, A. (2019). Pcos Sos: A Gynecologist’s Lifeline to Naturally Restore Your Rhythms, Hormones, and Happiness. Estados Unidos:Editorial Integrative Medical Group of Irvine.