Una alimentación saludable es aquella que incluye una amplia variedad de alimentos, entre los que destacan: verduras, frutas, leguminosas y alimentos de origen animal. Estos alimentos nos aportan los nutrientes que necesitamos para estar sanos y con energía. Algunos consejos para tener una alimentación saludable son:
- Para reducir el consumo de sal o sodio, puedes usar menos sal al cocinar y evitar poner el salero en la mesa. También puedes usar especias, hierbas, limón o vinagre para darle sabor a tus comidas. Y puedes leer las etiquetas de los alimentos que compras, para elegir los que tienen menos sodio.
- Para reducir el consumo de grasas saturadas y grasas trans, puedes evitar las comidas fritas y los postres que contienen crema, mantequilla o margarina. También puedes quitar la grasa visible de las carnes y la piel del pollo. Y puedes preferir los lácteos descremados o bajos en grasa.
- Para beber suficiente agua durante el día, puedes tener siempre una botella o un vaso de agua cerca de ti, y tomar un sorbo cada cierto tiempo. También puedes beber agua antes, durante y después de hacer ejercicio, y cuando sientas sed. Y puedes evitar las bebidas que te deshidratan, como el café, el té o el alcohol.
- Realizar ejercicio físico de forma moderada (atendiendo las necesidades de cada persona) y constante.
- Reducir los niveles de estrés.
- Cuidar las horas de sueño y de descanso.
- Para comer de todos los grupos de alimentos, puedes seguir el plato del buen comer. Este plato te muestra cómo dividir tu comida en tres partes: una para las verduras y frutas, otra para los cereales y tubérculos, y otra para los alimentos de origen animal y leguminosas. Así te aseguras de comer de todo un poco y de obtener los nutrientes que necesitas.
- Para reducir el consumo de azúcares añadidos, puedes sustituir los refrescos y jugos por agua natural o infusiones de hierbas. También puedes elegir frutas frescas en lugar de dulces, pasteles o galletas. Y si te gusta el chocolate, puedes optar por el que tiene más cacao y menos azúcar.
- Para controlar el tamaño de las porciones, puedes usar platos pequeños o medianos, y llenarlos con la mitad de verduras y frutas, un cuarto de tubérculos, y un cuarto de alimentos de origen animal y leguminosas. También puedes comer despacio y masticar bien, para sentirte satisfecho con menos cantidad. Y puedes evitar repetir o servirte más de lo que necesitas.
- Para no saltarte las comidas ni comer entre horas, puedes establecer un horario fijo para el desayuno, la comida y la cena, y respetarlo. También puedes evitar tener a la mano alimentos tentadores, como frituras, dulces o galletas. Y si tienes hambre entre comidas, puedes tomar un refrigerio saludable, como una fruta, unas nueces, un yogur o un puñado de palomitas de maíz.